“Ella se desnuda en el paraíso
de su memoria”
Alejandra Pizarnik
Del libro Arbol de Diana 1962
El río se desliza sin memoria. Tampoco tiene memoria la orilla. Se rozan; pero no son amantes, ni siquiera amigos.
De a poco, el río muerde la costa y se la lleva. La va desnudando; le quita su firmeza, la anega y las raíces emergen como súplicas. Enmarañadas cabelleras que se niegan a morir, sarmientos como venas recorriendo las profundidades; troncos que se inclinan presagiando la muerte.
Y un pequeño hilo rojo que va y viene, como la vida, como la jornada, que no ofrece resistencia, que flota o se hunde unos instantes sin miedos ni agonías.